Lapsang Souchong, el «whisky de los tés»… y merece el nombre. Lapsang Souchong nace en Zheng Shang, provincia de Fujian, China; comienza su vida como un té rojo ordinario, dejando que sus hojas se oxiden en gran medida. Pero, a diferencia de cualquier otro té rojo, Lapsang Souchong se termina en un ahumadero, una barraca o galpón de madera donde se acomoda en capas sobre fuegos de pino u otras maderas resinosas, que arden lentamente. Esto le da al Lapsang Souchong un sabor y aroma distintivos, a humo y especias, que es diferente a cualquier otro té en el mundo. Éste sí es, totalmente, «lo amas o lo odias».

La leyenda dice que este té apareció durante la dinastía Qing (1644), cuando las fuerzas armadas interrumpieron la producción anual y el proceso de secado de las hojas. Con la alta demanda después de la interrupción, los fabricantes del té aceleraron su producción, secando las hojas no sólo al aire sino encima de un fuego de madera de pino.
Se puede encontrar solo o como parte de blends, cuyo exponente más conocido es el Russian Caravan.
YIN JUN MEI

Esta es una versión del más alto grado del té rojo Lapsang Souchong, de China. Lapsang souchong se traduce, literalmente, como «pequeña planta de la montaña Lapu». Es un té rojo (Camellia sinensis) originario de la región Wuyi de la provincia china de Fujian, miembro de la familia de árboles de té Wuyi Bohea. Se lo conoce como el té ahumado. Lapsang es distinto de todos los demás tipos de té, porque las hojas son tradicionalmente ahumadas sobre fogatas de pino, lo que les confiere un sabor ahumado característico.
El grado más alto de Lapsang Souchong se llama Jun Mei o cejas, porque la hoja de té procesada se asemeja a una ceja. Los Jun Mei pueden clasificarse en dos grados: grado oro (Jin) y grado de Plata (Yin). Los árboles de este té se cultivan en la montaña, a 1200-1800 metros sobre el nivel del mar, lejos de la contaminación. Lo que tiene de especial esta variedad es que, a diferencia de un Lapsang Souchong normal, las hojas de té y los brotes se cosechan en primavera.
Compuesto, casi en su totalidad, de puntas (brotes) de oro y negro y algunas primeras y segundas hojas. Su aspecto es hermoso, bello, delicado y elegante. Su aroma es fresco y sutilmente frutal y dulzón.
El licor, de color cobrizo levemente tiznado, tiene aroma suavemente frutal y a verdor de primavera; en la cata encontramos notas de malta que permanecen, larga y suavemente en el paladar, una suavidad dulce que nos proporciona esas prometidas notas de miel y frutas y algo de madera; el sabor es perfectamente redondeado, gran cuerpo, muy leve astringencia y final bellamente largo. El hecho de estar compuesto por esas primeras hojas, además de los brotes, le da la energía de los tés de recolección ortodoxa. A diferencia de los Lapsang Souchongs tradicionales, no se encuentra un gran sabor ahumado. Me hizo recordar, un poco, al Ceylon Dimbula.
Lo preparé en porcelana fina, blanca, con agua entre 95 y 100 °C y lo dejé infusionar durante 3 minutos, en el primer servicio. Fui aumentando el tiempo de infusión en los siguientes servicios. Dicen que se puede obtener hasta 7 servicios; yo obtuve 4, manteniendo el sabor maravilloso de esta joyita!
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