
¡Qué hermosa tarde de abril! ¿Tomamos un MAIA Y KOLYA, les cuento una historia y les hago una propuesta?
La pintura que elegí hoy, es de Ilya Repín, uno de los pintores realistas más extraordinarios de su generación (1844-1930). En ella, vemos a Leo Tolstoy junto a su esposa, Sofia Andreevna, en Yasnaya Polyana. Ruso, de origen ucraniano, Repín fue conocido por sus escenas de gente corriente, a modo de crítica contra el régimen zarista (de él ya vimos la obra «Los sirgadores del Volga»).
Y aquí vienen la pequeña historia y la gran propuesta.
Yasnaya Polyana fue la casa de Tolstoy. En ella nació, vivió, escribió sus novelas, tuvo a sus hijos y allí, también, está su tumba. Por ella pasaron casi todas las figuras culturales y artísticas rusas importantes de su tiempo; entre sus invitados se encontraban Anton Chéjov, Ivan Turguénev, Máximo Gorky, Valentín Serov, Ilya Repín y muchos otros.
Tolstoy escribía las novelas en su estudio, a mano, en letra muy pequeña, con muchos agregados, tachaduras y notas, y le entregaba el borrador a su esposa, quien lo pasaba en limpio durante la noche para que él lo reescribiera al día siguiente. Cada capítulo atravesaba entre cinco y seis borradores hasta ser aceptado como definitivo.
Un día de abril, de 1877, Tolstoy y Sofía -por qué negarle a ella este derecho- terminaron de escribir Anna Karenina, novela que había empezado a aparecer como folletín en la revista Ruskiy Véstnik (El mensajero ruso), a partir de enero de 1875 y que se editó como libro en el ’77. La novela es una de las obras más importantes del realismo literario; está escrita en ocho partes, divididas, a su vez, en capítulos.
Les propongo preparar sus teteras para hacer un viaje en el tiempo e ir leyendo, juntos, cada uno en su dacha, esta maravillosa pieza, analizando cada parte, una vez concluída. Todas las noches publicaré uno o dos Capítulos. Los espero.
-Si hay interesados, podemos tomar nuestro té y leer online, vía Skype.-
Posts etiquetados ‘Té’
Anna Karenina – Té Literario (todas las noches, en DaCha, desde el 20 de Abril hasta el 20 de Agosto).
sábado, abril 20th, 2013Cumplir años: el lugar en donde confluyen Pasado, Presente y Futuro
viernes, abril 19th, 2013Toda la noche, dando vueltas entre las sábanas, un hombre por fin apoya su cabeza sobre el pecho de su más querida. Escucha la oscuridad total, escucha la respiración de ella y se imagina que es el primer viento de la temporada. Incapaz de dormir, su cuerpo es el bosque a través del cual ese viento se arremolina. Pronto toma conciencia del corazón. Su latido lento evoca a alguien que emprende un viaje. Piensa en pasos, luego en el lento giro rítmico de ruedas sobre una autopista. Si sigue por ese camino, podría llevarlo a un abismo enorme, un lugar seco de buitres y rocas rotas. O, tal vez, continúa, se extiende a través de los años, conduce a una gran pradera. Del otro lado, hay una pequeña dacha donde él y su esposa son muy viejos. Se sientan juntos en el porche, bebiendo té y la luna se mece, como una linterna de papel, sobre la casita.
Pero, por ahora, el hombre se ha dormido. Ese camino desaparece ya y uno nuevo se va formando.
O esto ya pasó. O pasará.
(Lo que sabemos del futuro – Mathew Olzmann)
Cumpleaños de Kolya, listo. Compras, torta, artesanías, té, todo a tiempo. Duele el cuerpo pero se regociga con la satisfacción del deber cumplido, sabiendo que mañana, el príncipe de 7 años, festejará la vida, su vida. Y nosotros también. Me despido de ustedes, por hoy, para sumergirme en el profundo descanso que nos lleva a los mundos y las dimensiones paralelas, con mi vaso de té blanco y LO QUE SABEMOS DEL FUTURO, un relato de Mathew Olzmann.
Perlita: no se pierdan las ilustraciones de Anna Silivonchik, que son pura imagen onírica. ♥ Buenas noches, dachas del mundo.
LA CAMELIA DE ULTRAMAR
martes, abril 9th, 2013Quiero compartir con ustedes este regalo inesperado de uno de los pintores contemporáneos más divinos de Noruega, Jørgen Holen. Hace unos días, el cartero tocó a mi puerta con un tubo que cruzó el océano. Dentro del tubo, envuelta en papel de seda, esta litografía que se llama «Camelia», una representación conmovedora de nuestra planta de té, bajo el tibio sol. Lloré de emoción al verla y saber que uno puede compartir las pasiones de la vida aunque esté a miles de kilómetros de distancia.
Es abril y mis pensamientos andan volando por el fiordo de Oslo, Bærum, Stabekk, el viejo puente del río Lysaker, Bygdøy, Aker… con el alma de noruega más a flor de piel que nunca.
Para ver algo de la obra de Jørgen, les dejo estos dos links:
http://www.fineart.no/kunstner/jorgen-holen
http://www.guldenkunstverk.com/sider/tekst.asp?side=280
Para probar el «Alma de noruega»:
http://www.dachablends.com.ar/blends/alma-de-noruega/
Jeg ønsker å dele denne uventede gaven av et (en?) av de mest guddommelig moderne malere i Norge, Jørgen Holen. For noen dager siden, banket postmannen på døren med et rør som krysset havet. Inne i røret, innpakket i silkepapir, denne litografi, kalt «Camelia», en intens fremstilling av vår te busk, under den varme solen. Jeg gråt av glede for å se det, og å vite at man kan dele lidenskaper i livet, kanskje tusenvis av miles unna.
Det er april og mine tanker flyr gjennom Oslofjorden, Bærum, Stabekk, den gamle Lysakerelva bro, Bygdøy, Aker… med min norske sjel nær overflaten mer enn noensinne.
Å se noen Jørgen arbeid, deler jeg disse to linkene:
http://www.fineart.no/kunstner/jorgen-holen
http://www.guldenkunstverk.com/sider/tekst.asp?side=280
Å prøve «Sjel av norsk»:
http://www.dachablends.com.ar/blends/alma-de-noruega/
GUNPOWDER
martes, abril 2nd, 2013
Té verde GUNPOWDER: un nombre lamentablemente violento para una bebida caliente y agradable (los caracteres chinos, en realidad, nos dicen que se llama «té Perla»). Este té verde chino sufre los procesos de marchitado, fijación con vapor, enrulado y después secado. Las hojas verde plateadas son enruladas, a mano, una a una, durante la leve oxidación, en muy apretadas y pequeñas bolitas, que se asemejan a pellets de pólvora del s XVIII: de ahí el nombre. Gracias a ese tipo de enrulado, las hebras son menos susceptibles a sufrir daño o quebrarse y retienen mejor el sabor y el aroma. Debido a su forma única, soportaba muy bien los largos viajes en barco y fue el primer té verde en llegar a occidente, en grandes cantidades.
El Pingshui (Templo del Cielo) es considerado el original y de más alto grado, proveniente de la provincia de Zhejiang; al comprarlo, debemos observar que los pellets sean brillantes, lo cual es indicador de frescura y que sean pequeños, lo que indica que es de mejor calidad.
Una vez hidratados, los pellets se despliegan en grandes hojas de color verde oliva; el color del licor puede ir de un ámbar claro a un cobrizo con un fuerte tinte verde o un brillante verde oliva; su aroma, en comparación con otros verdes, es bastante impactante y robusto, pero aún así, el licor es sutil, suave y seco como ningún otro. Éste es un excelente té verde para beber todos los días, incluso helado. Blendeado con menta, al estilo moruno, ayuda a limpiar el paladar durante una rica comida fuerte y especiada.
Encontralo en el DUNAS DEL MAGREB, deDaCha ~Russkiĭ Sekret~ y tomalo caliente o heladísimo en verano! Ideal para acompañar pastelería mediooriental (muy dulce o con almíbar), masitas de almendra o nuez, tortas de chocolate amargo o semiamargo, torta de miel, tartas frutales, postres con yogur o muslix con yogur, postres y tortas con ricotta, Cordero o ciervo, sándwiches de pepino, sándwiches de carnes rojas o especiadas.
COSTUMBRES INCLUSIVAS: MIMONA
lunes, abril 1st, 2013Aprender de las costumbres bellas de los pueblos; esas que se llevan con ellos, hombres y mujeres, cuando tienen que partir. Si tienen DUNAS DEL MAGREB, prepárense unos ricos vasos; si no, prepárense un té a la menta con unas masitas y siéntense a leer la Historia, con el corazón lleno de deseos de Paz.
Mimona (Mimuna, Mimouna, Timimona) es una celebración judía de origen maghrebí, que empieza en la noche del último día de Pésaj y marca el fin de la prohibición de comer pan y otros productos que contienen masa fermentada, prohibidos durante toda la semana de Pésaj. El objetivo central de esta celebración es compartir la experiencia de la hospitalidad, una tradición que fue arraigada profundamente en la cultura africana del norte y que la comunidad marroquí llevó consigo a todos los países a donde, por diversas razones, debió emigar, como Francia, Canadá, Estados Unidos, España y países de América del Sur. Mimona representa, además de una observancia religiosa y redentora, un factor socializante e integrador en el seno de la comunidad judía y también en el marco de la población en general. En la Mimona es costumbre comer dulces y pastas rellenas, y festejar hasta la madrugada, pasando de casa en casa visitando a la familia y a los amigos.
El origen de la fiesta es discutido, pero posiblemente tiene que ver con el nombre Maimon, padre de Maimónides, el gran filosofo judío que murió en la fecha de la Mimona. Otra teoría es que el origen de la palabra deriva del árabe, «mimun», que significa «suerte». También marca el inicio de la primavera, de manera parecida a la fiesta persa-turcomana del Navruz y a la fiesta bereber de Yennayer.
En Israel, la Mimuna se ha popularizado, no sólo entre los judíos marroquíes, sino también entre los judíos orientales y adquirió carácter de fiesta nacional, imponiéndose entre el resto de los judíos. Algunos no marroquíes de Israel, dicen que Mimona “es el festival de la unidad entre las distintas culturas judías, la amistad, la fraternidad y la hospitalidad, un regalo hermoso de los Judíos del Norte de África”
La Noche de la Mimona – Daniel Quintero

Desde hace muchos siglos, los judíos de Marruecos acostumbran celebrar la “Noche de Mimona, Mimuna, Mimouna o Timimona”, denominación que varía de acuerdo a la ciudad en que se desarrolla. Esta antigua celebración se lleva a cabo el 23 Nisán, último día de Pesaj, después del servicio de Minjá, cuando ya en las casas se está permitido introducir el “jametz”, es decir los alimentos con levadura.
Existen diferentes versiones acerca de la etimología con que se designa el término Mimona o Mimuna o Mimouna, cada una de ellas desde un aspecto diferente, aunque todas basadas en un origen religioso:
a) De acuerdo al significado Rabínico, existe relación entre el término Mimuna con “Maaminim” o “Emuná”, es decir “Fe y Creencia” en la futura liberación, en el final del exilio y la llegada del Mesías. Por este motivo en los últimos días de Pesaj se incluye la lectura del cántico que Moisés cantó junto con los judíos liberados al atravesar el Mar Rojo, reafirmando que pronto llegara la redención.
b) Según el aspecto religioso, se percibe una liturgia especial del cierre de Pesaj que incluye textos del Talmud, de Proverbios y de la Mishna, enmarcados en el ritual que le sigue al rezo de la mañana (birkat ha’ilanot – Bendición de los árboles). Este ritual se basa en la tradición talmúdica que recomienda ir al campo en el mes de Nisan, para recitar plegarias en agradecimiento por los árboles y sus frutos
c) En Pesaj el Tribunal Celestial decide cuánto trigo y cuánto alimento crecerá hasta el próximo Pesaj, por lo tanto en esta noche se bendicen todos los alimentos provenientes del trigo y otros cereales para que Dios bendiga estas especies y haya abundancia en el mundo.
d) El día siguiente a la finalización de Pesaj, falleció Rabí Mimón, el padre de Rambam-Maimónides; por este motivo se dice que la Noche de Mimona sería una celebración en su honor.
Algunos autores señalan que esta celebración no tiene orígenes religiosos, sino que se le puede adjudicar una tradición socio-cultural del Norte de África, comparándola con el resto de los festejos populares y costumbres, donde judíos y musulmanes se unen, en un nuevo intento de tolerancia y de reafirmación de su convivencia en común desde tiempos muy remotos.
El último día de Pesaj es Isrú Jag, es decir “día siguiente de las fiestas”, que a los efectos litúrgicos es semifestivo y que los judíos marroquíes conocen como ”Salida de pascua”. Se cree que en este día los cielos están abiertos a todos nuestros rezos.
La festividad de Pesaj y particularmente la noche de Mimona simbolizan la felicidad y la abundancia, augurando una nueva creación del mundo, una renovación. Esencialmente, la Noche de Mimona es un puente entre la gloria y el esplendor de Pesaj y el resto del año.
Mimona en Marruecos
Uno de los motivos del festejo de Mimona es la entrada de jametz nuevamente a la casa, costumbre ésta especialmente de Tánger y Tetuán. Allí, los gentiles vendían, a los habitantes de la judería, ramas de trigo y flores para adornar la casa y también durante el último día de Pesaj elaboraban especialmente la zebda, manteca apenas amarilla y la leche fermentada (aleben), bien frescas para comer esa misma noche.
El procedimiento que realizaban consistía en colocar la leche de vaca en una “chekua” -cacerola- y revolverla constantemente hasta que se formara por un lado la manteca y por otro la leche fermentada. Esta actividad no podía ser realizada, en esos días, por los judíos, por la prohibición de hacer cualquier procedimiento de leudado o fermentación en la semana de la festividad de Pesaj. Se acostumbraba ir a los campos para recoger espigas de trigo verdes y muy tiernas y también granos muy grandes.
La festividad de Mimona comenzaba, básicamente, con la ceremonia familiar de amasar el pan, para lo cual todos los miembros de la familia trataban de estar presentes, una vez finalizada la prohibición de comer jametz.
En la víspera de Mimona, se acostumbraba dejar las puertas de las casa abiertas, de modo tal que todas las personas se sintieran muy bienvenidas y pudieran compartir este evento familiar y comunitario tan especial y tradicional. La costumbre de visitar amigos y familiares se mantiene vigente aun en estos días. La gente suele saludarse con una bendición marroquí tradicional, “Tisado we’ Tirbacho”, una bendición de “abundancia, prosperidad y felicidad”.
La fabricación de una nueva levadura, a partir de la mezcla de harina y agua, que se deja levar durante varios días y que se utilizará en la elaboración de pan, representa la re-creación, un nuevo comienzo, poniendo en escena la necesidad y el deseo del pueblo judío de la Teshuva, “el retorno” puesto en evidencia por la harina leudada.
Al volver del templo, el más anciano de la familia o, en caso que no viviera ninguno de ellos, el padre de la familia bendice a cada uno de los miembros, colocándole su mano izquierda en la cabeza y ofreciéndole con la derecha una hoja de lechuga remojada en miel y luego dándole de beber un trago de leche, precedida de la oración correspondiente.
Las casas se decoran con ramas, flores y plantas, especialmente la atarcha, con flores similares al geranio y a la malvarrosa, especial para adornar y dar buen aroma. Las mesas se tienden de una forma muy especial, con un mantel para la ocasión, generalmente herencia de la familia, y con una variedad de comidas casi exclusiva para este día.
Cada uno de los elementos dispuestos en la mesa para la celebración de Mimona tiene un significado simbólico particular, con un deseo especial, que se resume en “prosperidad y fortuna”:
1) Pescados fresco, como símbolo de fertilidad y “el bien de todos”, colocados en una fuente sobre hojas de lechuga y vegetales (al día siguiente se acostumbra guisar el pescado con habas).
2) Un plato de harina adornada con cinco o siete habas verdes, que simboliza la abundancia.
3) Una bandeja con harina y sobre ella siete monedas de oro y, en su centro, una taza llena de aceite, como señal de buena fortuna.
4) Una fuente con harina y, en medio, un vaso con levadura que servirá al día siguiente para ” levar” el pan de la casa. Se lo identifica con el sustento diario.
5) Jarros de leche -alrededor de ellos están la lechuga y los vegetales-.
6) Espigas de trigo y centeno dispersas en la mesa, simbolizando también lo abundante y la abundancia.
7) Bandejas de fruta: naranjas, manzanas, almendras y nueces, como símbolo de una vida dulce.
8)Potes con miel y con manteca.
9) Vasijas llenas de aceite puro, en las que brillan objetos de oro, plata y joyas, como recuerdo del cruce del Mar Rojo.
10) Zaben -turrón blanco de almendras-.
11) Marozia -pasas fritas adornadas con nueces-.
12) Platos con dulce de pomelo, naranjas y membrillos.
13) Dátiles rellenos con nueces y mazapán.
14) Terit (Mufleta, mofleta, chridsa o mesemmas) que es una masa fina elaborada con harina, agua y aceite, cocida en una cazuela (terrada) y que se sumerge en miel y manteca, como símbolo de bendición y un año dulce.
En el Marruecos antiguo, hasta fines del siglo XIX, se acostumbraba que la mujer dentro de la casa vistiera ropa festiva tradicional, generalmente su traje de berberisca, y las más jóvenes sus mejores vestidos. Recibían a sus invitados con el tradicional té de menta, junto con las mofletas sumergidas en miel y manteca, como así también pasteles de almendras y pasas, mazapán y halvá. Mientras la mujer se quedaba en la casa recibiendo a parientes y amigos, el cabeza de familia hacía su ronda de visitas, costumbre que se mantiene hasta estos días.
Los hombres cantaban cánticos en hebreo, árabe, castellano, bereber y haquetía. Cuando finalizaban sus cantos, las mujeres lanzaban gritos de alegría y proferían el “yu yu” (zgharit) típico para estas ocasiones, a la vez que tomaban en su mano las monedas de oro que estaban en la mesan en la fuente con harinan y se las ofrecían a cada una de las hijas de la familia solteras y casadas , diciéndoles: “Esta moneda es para (nombre), quien durante el año que viene recibirá la Bendición de Dios para su buen mazal –suerte-”.
Una particularidad de la noche de Mimona, también denominada noche del destino y de Mazal-Tov, es que era día preferido para las promesas de matrimonio.
Era una noche de alegría completa. Se cantaba y se bailaba según las costumbres de cada familia, aunque lo común era el cántico tradicional ”Bibaruenya”, canto exclusivo para las bodas.
Al son de esta música tradicional, todos, tanto la familia como sus invitados, se sentaban alrededor de la mesa para disfrutar de las delicias especialmente elaboradas para esta ocasión. Hoy día, en algunas ciudades de Marruecos, la cena incluye el cuscusú (cous-cous) tal como se estilaba hacerlo en Tetuán, con canela y azúcar, espolvoreado con almendras.
Al finalizar la “seudá” (cena festiva), los jóvenes iban a visitar a su familia, tíos, tías, abuelos, primos y, de a poco, ya las familias se iban integrando a una gran fiesta que se instalaba en las calles de la judería, con gran entusiasmo, algarabía y amistad. La fiesta continuaba en esa noche hasta muy tarde y al día siguiente, muy temprano, se retomaba organizando paseos a los parques, al campo y a la playa, especialmente en las ciudades del Norte de Marruecos, donde se almorzaba, se cantaba y se bailaba.
A este día se lo vincula con el día del milagro del cruce del Mar Rojo. También se lo interpreta como una forma de celebrar la renovación, es decir, pasar de la condiciones existentes de una vida cerrada en el Mellah (judería) al contacto con la naturaleza y la libre expresión de apego a la tierra, así como la voluntad de la comunidad de relacionarse e integrarse con el entorno socio-cultural de los musulmanes, con quienes compartían su existencia.
TÉ VERDE
lunes, abril 1st, 2013
Foto: © Dacha Russkiĭ Sekret/Gabriela Carina Chromoy
El Té Verde es, en cierta medida, el «más puro» de los tés habitualmente disponibles en mercado; las hojas son apenas marchitadas antes de fijarse, lo cual logra que el sabor de la hebra sea fiel al de la hoja fresca y mantenga sus cualidades (la epigalocatequina, que es un potente antioxidante, permanece intacta).
El té verde, al igual que el blanco y dorado, no sufre proceso de oxidación, por lo que sus colores son claros y su sabor muy natural. Muchos tés verdes tienen sabores suaves, ligeramente ácidos, de notas herbales o vegetales y la mayoría tiene final seco y levemente astringente: son más parangonables al vino blanco que cualquier otro té.
Debido a su delicada naturaleza, los tés verdes son realmente bastante difíciles de preparar correctamente pero ofrecen una amplia gama de sabores y colores, que bien vale la pena explorar, aunque puede requerir, para apreciarlos, cierta educación de nuestro paladar y, por supuesto, tiempo.
Como consejo inicial: respetar la temperatura del agua y tiempos de infusión que nos da el productor, para lo cual, como siempre debemos calentar el agua hasta el punto de ebullición, un termómetro de cocina es vital; la mayoría de los tés verdes requiere que el agua se enfríe hasta 70/72 °C antes de verterla sobre las hebras y que el tiempo de infusión sea de 1,5 a 2 minutos (aunque hay excepciones).
Probá nuestros JAZMINES EN EL PELO, KAIFENG IMPERIAL y DUNAS DEL MAGREB y empezá a conocer la gama de verdes que ofrece la Camellia Sinensis.
LA CEREMONIA DEL TÉ EN SIBERIA
domingo, marzo 31st, 2013
Nenets family have a tea break on the migration south Yamal. Siberia. Russia. © Bryan & Cherry Alexander Photography ArcticPhoto
Los siberianos siempre consideraron al té más importante que la cena. El té después de una comida nutritiva era considerado una delicadeza y tomarlo era una acción sagrada. Tomar té no sólo era una parte importante de la vida social, era también parte de las negociaciones comerciales y tratos financieros.
La ceremonia del té en las familias tradicionales de Siberia seguía una etiqueta estricta. Después de la primera taza de té, se le ofrecía otra al invitado/a pero se esperaba de él/ella que la rechazara, por cortesía. Él o ella debían poner la taza boca abajo y colocar un terrón de azúcar en la parte superior. Después de varias ofertas más, por parte del anfitrión/a y la correspondiente negativa de cortesía, él/la huésped podría aceptar otra taza. Este intercambio formal se repetía después de cada taza. La costumbre de invitaciones a tomar té se extendió ampliamente en las zonas rurales de Siberia. Incluso las personas más pobres tenían un samovar.
«Na chai» (Dinero para el té) todavía significa «dar una propina» a alguien en la actual Rusia. Históricamente, los empleadores agregaban una pequeña cantidad de dinero a los salarios de los trabajadores cuando el trabajo estaba bien hecho. Este plus se denominaba «para el té».
La adquisición de una samovar se consideraba un paso importante en el establecimiento de un hogar. Como el azúcar era muy cara, la gente pobre e incluso la de clase media sólo se podían permitir mordisquear un terrón de azúcar mientras tomaban su té. También tomaban el té con miel, mermelada o dulces chinos con el fin de prescindir del azúcar. En las viejas recetas, nos encontramos con que la gente añadía harina, leche, aceite e incluso sal a su té. Si bien esto no suena muy sabroso para nosotros hoy día, estas adiciones eran un nutritivo sustituto de la comida.
A través de los siglos, el té se convirtió en una parte importante de la vida en Siberia y sigue siendo una bebida muy popular para cada ocasión.
24 DE MARZO ~ SENTARNOS A LA MISMA MESA
domingo, marzo 24th, 201324 DE MARZO. Quiero hoy, además de gritar íntimamente NUNCA MÁS, hacerle pito catalán a la intolerancia. Ayer, en nuestra página de Facebook, alguien me preguntó si yo era «rusa o judía». Soy argentina, descendiente de rusos, de religión judía -además de montones de otras cosas-.
Cuando era chica, mi madre me decía «defendete de mí, defendete de nosotros» y me explicaba que son los padres quienes tienen la obligación y la responsabilidad de darles a los hijos el permiso para ser diferentes, para ser otros, para enojarse con ellos, discutir con ellos y romper con las viejas catedrales.
En Argentina, el 24 de marzo de 1976, comenzó la más tremenda dictadura de nuestra historia. Una de las razones, a mi modo de ver, fue la intolerancia, por parte de quienes se creían «los padres», de que «los hijos» fueran diferentes, pensaran diferente y quisieran romper con viejas estructuras. Tantísimos desaparecieron y fueron torturados por ser argentinos con ideas “raras” y otros, por ser “rusos” (que es el modo en que en nuestro país se nos llama muchas veces a los judíos), tuvieron que soportar, además, el odio antisemita.
En mi NUNCA MÁS de hoy, aceito mi memoria y también me levanto en contra de la intolerancia, la segregación y la discriminación de cualquier tipo. Estamos rayando Pesaj, la celebración de la libertad. Estoy convencida de que no hay libertad posible sin tolerancia, sin diálogo, sin sentarse a la misma mesa a mirarse los ojos mientras se exponen las ideas, sin hermanarnos en nuestras diferencias que son las que nos hacen únicos, irrepetibles, ricos.
Comparto con ustedes un fragmento de un libro de Nilton Bonder y Bernardo Sorj:
SENTADOS A LA MESA
“Desde el ‘tikun’ (reparación, en hebreo) de Jacob, que retorna a la casa de su abuelo y, por lo tanto, no depende de romper con su cultura y sus raíces originales para encontrar su lugar en el mundo, estamos frente al mismo cliché: no podemos dejar de estar sentados a la misma mesa. Por muy distinta que sea nuestra visión del mundo, por muy particular que sea la tierra prometida de cada uno de nosotros, debemos sentamos juntos a la misma mesa. Ese es el mensaje trascendente de la ‘Hagadá de Pesaj’ (texto leído durante la cena) a través de los cuatro hijos que se sientan a la mesa. Es, en verdad, el pacto original que Dios hace con Abraham: «tú, que abandonaste tu tierra, tu cultura y tu familia, tendrás una prole numerosa como las estrellas del cielo, y ellos no harán contigo lo que hiciste con tus ancestros; serán diferentes y osados, mas no tendrán que abandonar su pasado ni su herencia».
Los cuatro hijos distintos sentados a la mesa de Pesaj son cuatro figuras míticas fundamentales. Pero además de estar sentados juntos, ellos tienen una función, la de preguntar. Quien pregunta, cuestiona. Su calificación de hijos en el judaísmo reside en asumir esa postura de cuestionadores. Esta es, finalmente, la generación de los diferentes. No son los nietos que cuestionan. Cuando eso ocurre, no hay mesa. ¡Sólo los hijos pueden cuestionar y seguir sentados a la mesa! Lo mismo sucede cuando el padre llama a sus hijos a su lecho de muerte para exigirles una única fidelidad: que nunca dejen de hablar uno con el otro. Sentarse a la mesa es el pacto. Sobre la mesa están la historia, las creencias, las utopías y las discordias. Es hora, antes de devorarlas, de cuestionarlas.
¿Y quiénes son estos hijos?
El ‘jajam’, el educado que sabe cuestionar a partir del lenguaje y los vericuetos de la tradición; el ‘tam’, el puro que mira la mesa, no por lo que está servido, sino por las relaciones entre los que están sentados en tomo a ella y preguntan sobre la mesa por la perspectiva de las sillas ocupadas; el ‘sheló iodea lishol’, aquel que no comprende el lenguaje de la tradición y cuya pregunta crucial es «¿cómo preguntar sobre esta mesa?»; y, por último, el ‘rasha’, el provocador que cuestiona como si estuviera afuera de la mesa, formulando preguntas que sacuden sus estructuras.
Esos personajes podrían ser vistos como la propia caricatura de sus exageraciones, tan presentes en la gama de personajes judíos. El jajam que sabe preguntar puede transformarse en el ‘nudnik’, el pedante; los puros o ingenuos, tam, pueden ser los hijos ‘shlimazels y shlemils’, los pobrecitos y los que-casi-tuvieron-éxito; los que no saben preguntar se transformarían en ‘shmendriks y shmeguegues’, los incultos y los confusos; mientras que los provocadores, se tornarían ‘jutspeniks’, los atrevidos y ofensivos. Este es, tal vez, el precio que se paga por las intensas relaciones familiares que fijan los roles de sus hijos, asignándoles un único lugar a la mesa. Sus patologías son, al mismo tiempo, fuente de sufrimiento…”
Para cerrar, los invito, les propongo, los aliento a hacer el ejercicio de sentarnos todos juntos a la mesa, a dialogar para crecer, evolucionar y ser LIBRES. En mi caso, preparo la mesa para compartir mi mejor té.
La obra de hoy: The Soldier Drinks (Le soldat boit), 1911–12. Oil on canvas, 43 × 37 1/4 inches (109.2 × 94.6 cm). Solomon R. Guggenheim Museum, New York Solomon R. Guggenheim Founding Collection 49.1211. © 2013 Artists Rights Society (ARS), New York/ADAGP, Paris.
En el cumpleaños de JUAN GRIS, TAZAS DE TÉ (1914)
sábado, marzo 23rd, 2013«El Cubismo no es una forma, sino una estética e incluso un estado de ánimo, por lo que es inevitable que esté conectado con cada manifestación del pensamiento contemporáneo. Es posible inventar una técnica, pero no se puede inventar toda la complejidad de un estado de ánimo.»
José Victoriano González-Pérez conocido como Juan Gris, nació en Madrid el 23 de marzo de 1887.
Su forma de entender la pintura se basaba en la prioridad de la idea frente a la imagen del objeto representado. Partía de lo universal para alcanzar lo singular, así la imagen acababa pareciéndose a la idea, que, para él, era la verdadera realidad. Creía que «la pintura es algo más que la copia fiel de un objeto y es necesario construir o interpretar la realidad». Trabajaba la descomposición espacial, el collage y la técnica del papier collé (formas recortadas en papel y pegadas al lienzo).
Murió el 11 de mayo de 1927, con apenas cuarenta años de edad. A pesar de su temprana muerte, ha sido considerado como uno de los grandes maestros del cubismo, junto a Pablo Picasso y Georges Braque.











